Escucha niña Cuando te alaben llamándote fea, No escuches a nadie. Sólo quieren encerrarte en el espejo de una soledad diferente, tu debes vivir, no debes agradar, La belleza está dentro de la vida
Cuando te leen caperucita roja, te quieren mostrar el miedo De escoger por ti misma el camino. Estate atenta niña, Los verdaderos lobos son aquellos Que maltratan tu libertad Cuando te leen blanca nieves Es para convertirte en una sirvienta.
Rebélate niña Es humillante servir si no es un gesto recíproco Cuando te leen la bella durmiente Te están inyectando un potente veneno Para frenar tus ideas No te duermas niña Tu inteligencia les da mucho miedo Por eso te llaman tonta.
¿Eres dulce o te han domesticado? Cuando te dicen que eres pulida y ordenada Pobre niña, estas ya enmohecida Han hecho de ti una estatuilla Que no se ensucia porque no se mueve Cuando te enseñan a virvir triste Prueba la locura, niña El dolor es una realidad Que se debe afrontar cuando se presenta No es un valor donde construir una vida Sobre nuestras vidas infelices Demasiados hombres han vivido de renta La felicidad es el mayor desafío ¿Quién cree ya que sea una utopía? Mucha suerte niña.
Una amiga me comenta que su empresa, (trabaja en una entidad financiera) por su producción laboral le ha hecho un regalo, era una aspiradora, yo pregunto si dan los mismos regalos a hombres o mujeres, dice que imagina que sí, que posiblemente era de las que sobran de los regalos que hacen los clientes. Yo no puedo reprimir la curiosidad y al día siguiente me meto en la página de mi entidad financiera buscando los regalos a los clientes que tienen determinado número de puntos por usar la tarjeta, el catálogo no tiene desperdicio: una imagen de mujer inicia una serie de objetos destinados a la casa (cuberterías, vajillas, cristalerías, etc.), ella aparece poniendo la mesa. Los útiles electrónicos, están presididos por una foto de hombre que aparece sentado en un hermoso sillón mientras lee. El apartado dedicado a la familia se inicia con una foto de una mujer abrazando a una guapísima niña rubia. Para finalizar, los objetos destinados al deporte (bicicleta, pulsómetro, máquina de step…) los presenta la foto de un hombre con mochila y un texto significativo “llenar tu tiempo libre con las actividades que más te gustan es más fácil que nunca” http://portal.lacaixa.es/puntosestrella/catalogoflash2011_es.htm
Miércoles 18 de enero
“-Pedro, hoy vamos a trabajar las emociones yo te voy a enseñar una foto y tu me dices que emoción tiene- Pedro accede, le gusta venir a mi clase y hablar, que es lo que fundamentalmente hacemos. Le muestro una foto en la que un hombre tiene el gesto triste y le pregunto que cómo se siente, él me dice que triste y le pregunto que por qué puede estar triste, dice que no sabe, para ayudarle, le pido que piense cuando se ha sentido él triste, me dice que cuando le quitan la play, insisto y ¿sólo te sientes triste cuando te quitan algo?, ¿hay alguna otra situación que te haga sentir triste?, me dice que no. Le cuento que yo, cuando vuelvo de Salamanca me pongo triste porque dejo de ver a mis padres durante un tiempo y le pregunto si a él no le ha pasado esto alguna vez, entonces muy ofendido me contesta pero maestra, este es un hombre y un hombre no se pone triste por esas cosas.
Cualquier día de la semana en mi colegio:
“-Maestra ¿sabes que la prima de la María se va a casar?- dice Lina a primera hora de la mañana
-¿Cuándo?- pregunto yo
-Dentro de una semana se “la” lleva y “aluego” se casan.-
- Y, ¿dónde se “la” lleva?- pregunto yo.
- Maestra, es que tienen 15 años y tienen que hacerlo así.- me sigue contando Lina.”
LAS ILUSIONES PERDIDAS Artículo de Concha Caballero publicado en El País (2010)
No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses".
Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.
No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.
Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.
No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.
En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.
No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.
Ataviada con sus mejores galas color plata y luciendo esa larga y espesa melena castaña, esa sonrisa blanca y resplandeciente, se dirigía, como casi todos los días, a la panadería que había tres calles más abajo de su casa, a comprar pan de leña (que tanto le gustaba a su padre). Lena, como así la llamaban sus conocidos, llevaba 3 semanas en paro.
A sus 25, el único puesto de trabajo que había tenido era el de subcoordinadora y gerente de una galería de arte, en Madrid. Estuvo dos años y medio. Tenía un cargo irrisorio e insustancial, en comparación con la gran preparación y cualificación profesional que tenía, todos se lo decían. Desde muy pequeña había sido una magnífica estudiante, la primera de la clase. Es más, la nota media que obtuvo al terminar el bachillerato de ciencias tecnológicas y de la salud junto con la que obtuvo en selectividad fue de un 9.9.
Ya, sé lo que estás pensando, ¿y cómo al final se decanta por hacer bellas artes? Sinceramente, nadie lo sabe. Lo que sí sé, es lo poco que tardó en decidir qué camino quería seguir en la vida, tardó exactamente media hora después de enterarse de su nota en selectividad. Aunque la verdad, siempre había demostrado tener dotes para las artes, la pintura, la fotografía, había participado en un taller de alfarería en el colegio, hasta incluso le dieron un premio de 5000 pesetas. Ganó varios premios escolares en concursos de relatos y cuentos que se solían celebrar en la semana cultural del cole. Simplemente había nacido para esto. ¿Que por qué entonces no estudió el bachillerato de arte? pues porque no quería sentirse limitada a la hora de elegir su camino y el que más puertas abiertas le brindaba era el que había estudiado. Y así lo hizo.
Con 25 años, cuenta con un Máster de Diseño Gráfico y un Máster en Cultura Contemporánea, además de contar con un sin fin de cursos. Repartía el tiempo entre la asistencia a clase y trabajos, con un trabajillo, que realizaba por las noches de camarera de un pub en el barrio Salamanca de Madrid.
Pobre Lena, sufrió el despido de la galería de arte, en la que trabajaba, por la puerta de atrás. ¿Por qué? Acércate a la pantalla que te lo digo al oído, un poco más, un poquitín más, ahí, justo ahí…porque se acostó con su jefe, sí, cometió el estúpido error de creer que dejaría a su mujer por ella, PERO CÓMO PUDO SER TAN IDIOTA!
La verdad es que el tío es un cretino, pero eso sí, es un “don Juan”. Tiene 42 años, aunque se había criado en Málaga, su descendencia italiana y francesa le hacía aun más atractivo, tiene unos rasgos muy varoniles y marcados. Tiene la cara cuadrada, rudo mentón con un hoyuelo en medio, ojos negros, negro azabache. La piel blanquita y tiene una mirada tan intensa y profunda que a ver… ¿quién no caería a sus pies? O mejor dicho a su…vale, vale, ya me has entendido. Tiene un cuerpazo para la edad que tiene, suele hacer mucho “deporte” además de deporte.
Según contaba Lena, los fines de semana se escapaban juntos a una casa que tiene Giuseppe por los alrededores de Madrid, a su mujer siempre le decía (el muy ca…) que en la casa de campo siempre le venía mayor inspiración si estaba sólo. Claro, ya…sólo…solo con su amante querría decir, pobre mujer. En fin, era un capullo, aunque era el típico hombre que puede volver loca a cualquier mujer.
Según tengo entendido, era un pintor de estilo vanguardista, es escultor y fotógrafo, y un amante de la literatura, ha escrito y publicado algunos relatos, bastante polifacético como puedes ver, un portento. Pero, dejemos a un lado a este personajillo engreído, por muy atractivo que sea, no merece muchos más renglones en esta historia.
Un par de semanas antes del despido, Lena, había decidido comentarle a sus padres que tenía una relación con alguien y estaba dispuesta a presentarlo. Además, estaba tan entusiasmada… Giuseppe le había prometido que irían juntos a París, allí tenía una casita y aprovecharía su estancia allí con ella, para presentarle a unos colegas suyos, artistas bohemios cuarentones. Pasarían las noches entre porros y vino, entre musas y papel papiro, entre versos y prosas, entre otras cosas, y la noche francesa de telón de fondo. Tan romántico e idílico como ella siempre había soñado. Además esa semana supondría para ella una oportunidad de presentar en la galería de Didier (un amigo de Giuseppe) su obra, que tanto, tanto, tanto tiempo y esfuerzo había invertido. Un total de 60 cuadros expondría a la luz rutilante de la galería parisina.
Pero, aquello nunca pasó.
Dos días antes de coger el vuelo a París, quisieron celebrar los amantes una venta de 10 obras realizadas por Giuseppe. Esa noche la galería abrió sus puertas para poner en venta inmensos cuadros, y cinco esculturas vanguardistas, al más puro estilo del artista. Embolsaron cincuenta y seis mil cuatrocientos ochenta euros. Copas de champán francés, canapés de salmón y foie de pato deliciosos, se repartían entre los invitados. Y mientras, en el almacén de la galería una pareja de amantes hacía salvajemente el amor. Los pezones de ella se erizaban con el vaho que salía de la boca, ansiosa por morder, de él, sus gemidos avivaban más las ganas de poseerla y hacerla suya. Ella sentía húmeda una zona de su cuerpo, que nadie antes había tocado, sólo él, con su juguetona lengua, sus dedos artilleros y su miembro viril. Él tenía las de ganar en esa guerra de besos, impregnados de flujos y pasión que había comenzado hace ya un año y medio. Los gritos y gemidos de ambos y el olor a sexo flotaban por la habitación, danzando al son del amor.
Así, entre cuadros, cestas de mimbre, pinturas, sábanas viejas y pinceles usados, brotaba el sudor de dos cuerpos entrelazados, hechos el uno para el otro.. Hasta que, de repente, y justo cuando Lena a punto estaba de gritar y alcanzar el orgasmo, una extraña hilera de frío le sacudió en la espalda. Ahí estaba ella, de pie, mirando, sin articular palabra, ahí estaba inmóvil.
No dijo nada, ellos tampoco, no hizo falta. Raquel se dio la vuelta, con la mirada perdida, y salió con paso firme de la galería de su marido, sin mirar atrás. Giuseppe, miró fijamente a Lena y sin darle una última caricia, un último beso, le dijo adiós. Lena perdió la vista entre los cacharros habidos en el almacén. Lo que antes parecía un paraíso bohemio y teatral, se había convertido en un sitio frío, húmedo y sombrío.
Estaba ahí, completamente desnuda, arropada con una sábana desteñida, cuando lo vio. Un cuadro, que su amante se negaba a enseñarle siempre, con la excusa de que no estaba acabado, “algún día, dulce Lena, te lo mostraré”.
Ahí estaba, tan grande, tapado con una larga sábana. Tiró con fuerza y el cuadro quedó al descubierto. Las lágrimas que aun no había gastado un instante antes, ahora brotaron con furia empapando sus rosadas mejillas. No podía creerlo, no podía creerlo, era la imagen de una silueta desnuda, era Lucía, y la cara de viciosa y la pose que tenía en el cuadro lo decía todo. En el fondo ella se olía algo, siempre llegaba con su voz de calienta braguetas, con los cafés de la mañana, a la hora del descanso.
¿Os presento a Lucía? Ok. Lucia tiene 32 años, es fotógrafa, ha hecho varios trabajos para Giuseppe, además hace un poco el papel de manager. Es una fogosa pelirroja de ojos verdes, con dos enormes tetas operadas, y un culo redondo en forma de corazón, como le suele gustar a la mayoría de los hombres. Es de origen argentino, aunque lleva doce años en Madrid. Fue alumna de Giuseppe, cuando éste daba clases en la universidad de bellas artes de Madrid. Sólo estudió dos años de carrera, pero la abandonó porque se enamoró de un hippie granaino y se largó con él a donde nadie sabe. Un año después de aquella estupidez, realizó un curso superior de imagen y sonido y después un curso de fotografía profesional. En los años que estuvo en la carrera de bellas artes entabló buena amistad con Giuseppe. Cuando terminó los cursos, no encontraba trabajo y temía tener que volver a Argentina, así que, Giuseppe decidió montar una galería de arte y ella llevaría las cuentas y se encargaría de ella. Poco a poco ella se fue haciendo un hueco entre el mundo de la moda, como modelo y fotógrafa, pronto dejó la galería y montó su propio negocio. Aunque sigue haciendo trabajillos para Giuseppe.
Lena, después de ver el cuadro, era muy consciente de qué clase de trabajos hacía Lucía, ¡trabajos manuales y vocales! Que zor... Vale, sí, todos podíamos haberle dicho a Lena que sólo era un cuadro, no quería decir nada, peeero no, ella sabe que la pelirroja explosiva no sólo dejó entrever sus encantos que quedan escondidos por debajo de la ropa, y que la fresa madura que estaba mordiendo en el cuadro con ojos de posesa, no fue lo único que mordió, y que la gota de sudor que se deslizaba por su
cuello, no fue las única gota que se derramó el día en que su querido Giuseppe la plasmara en el cuadro. Los conocía bien a ambos, pero nunca imaginó que pudiera pasar algo así, o no se lo quería imaginar más bien.Helena, que así se llama nuestra joven protagonista, se vistió entre sollozos, secándose las lágrimas y los mocos en una camisa que Giuseppe utilizaba únicamente para pintar (decía que le inspiraba, que era su amuleto). Recogió las pocas pertenencias que tenía en el almacén y se fue al piso. Jamás volvió a la galería.
Estando en casa, en su pueblo toledano, San Martín de Pusa, recibió varias llamadas de arrepentimiento de su amante. Incluso le llegó a decir que si volvía a la galería, aunque no volviera con él, que podría hacer el viaje como estaba previsto a París, había cambiado los billetes después de lo sucedido la noche que más ventas se hicieron en la galería. Pero ella, aunque descolgaba el teléfono jamás articulaba palabra, solo se oía la voz temblorosa de un hombre arrepentido llorando, palabras en italiano, en francés, sabía que ella se derretía con ciertas palabras que, supuestamente, solo le decía a ella, y sólo él sabía decir. Pero tampoco sirvieron, Lena jamás habló con él.
Se enfrentó a un gran dilema, aquel mes y medio que Giuseppe llamó día y noche sin parar, ¿Qué era mejor? ¿Volver a la galería donde seguiría teniendo el mismo mediocre trabajo, con la oportunidad de ir a París y exponer su obra que tanto tiempo había dedicado? Eso le abriría un hueco en el mundo del arte, un mundo en el que siempre había querido perderse. Tendría la oportunidad de aprender mejor el idioma, de conocer grandes artistas y aprender nuevas técnicas; o, ¿quedarse una temporada en casa, pensar un tiempo que hacer con su vida y empezar desde cero, sin deberle ni tenerle que agradecer nada a un “señor” que había jugado durante dos años y medio con ella?.
Después de mes y medio, Lena decidió y habló con Giuseppe. Éste quedó atónito cuando oyó la voz dulce de Lena a descolgar el teléfono, pero no escuchó las palabras que deseaba con tanto ardor. Tan solo escuchó: -“No te quiero Giuseppe, no insistas más, sigue con tu vida y tus sueños, que yo empezaré a vivir los míos. Gracias por todo lo que me has enseñado. Cuídate. Adiós.”-Tan sencilla, tan clara y honesta con él como consigo misma, Lena hizo las maletas, y con los ahorros de dos años, que había guardado en una cajita dentro del armario, compró un billete a París. La ciudad del arte y el amor, ansiosa, esperaba su llegada.
¿Cumplió sus sueños? Por supuesto que sí, sin ayuda de nadie, con mucho esfuerzo, tesón, dedicación y pasión por su trabajo, fue galardonada con numerosos premios importantísimos en el mundo del arte. Poco queda ya de aquella niña ingenua que apostó su baza al juego del amor, y perdió con ello la dignidad y el honor.
Hoy a sus 53 años, solo puede agradecer la decisión que tomó a conciencia, a favor del desamor. Vive felizmente casada con un profesor de historia de L`universite parís Descartes. Tienen dos preciosas niñas, dos gatitos persas y un gran danés. Vive en una mansión, en un pueblito de campo en París. Viene muy poco por aquí, pero cuando lo hace, la calle entera se ilumina con su increíble sonrisa blanca y las calles saben a azúcar moreno, de la dulzura que se desprende de su mirada.
La teoría de Laura Mulvey; voyeurismo, fetichismo, narcisismo y sadismo en la narrativa de Hollywood
El cine clásico es por antonomasia el espectáculo de la mirada. Un lenguaje que, gracias al desarrollo del esquema de producción del maistream –Hollywood, claro está- se consolidó como la industria narrativa dirigida al placer voyeurista de un espectador típicamente masculino. Laura Mulvey desarrolló toda una tesis al respecto, cuando en 1975 publicó ese hito de la teoría feminista del cine que es "Placer Visual y Cine Narrativo".
Hay sin duda un antes y un después de este polémico artículo. La mirada del espectador y la mirada del personaje ya no volvieron a ser consideradas “inocuas”. Por el contrario, el papel de la mirada se reveló trascendental a la hora de analizar la ideología subyacente en un filme. Las reacciones críticas ante el trabajo de Mulvey fueron tales, que en el 81 publica una respuesta: “Afterthoughts on Visual Pleasure and Narrative Cinema”.
Partiendo del psicoanálisis, Mulvey estudia el cine de Hollywood de los años 30, 40 y 50, desde la hipótesis de que la diferencia sexual queda marcada a través de la mirada. La representación patriarcal recoge la jerarquía binaria activo/pasivo, sujeto/objeto, de nuestras culturas, dándole al hombre el papel del sujeto que mira; y a la mujer el lugar del receptor de esa mirada, el objeto de deseo.
Por lo tanto, la narrativa del cine de Hollywood (dominante, masculino) inscribe al personaje femenino como objeto erótico, soporte del deseo masculino. El protagonista hombre, portador de la mirada, es el elemento activo del filme: el sujeto de la narración, el centro de la historia que desencadena los acontecimientos, de tal forma que para obtener la gratificación simbólica propia del cine, el espectador se debe identificar con él. Así obtiene placer y llega a la catarsis.
Ante esta dinámica, el personaje femenino connota un problema que cada película debe resolver. Como objeto erótico y sede de la sexualidad, implica una amenaza de castración que logra ser disuelta de dos formas:
• mediante la fetichización de la mujer-personaje, que la consagre como imagen-objeto,
• o a través de alguna forma de dominación sádica que la sujete y controle.
Este tipo de narrativa no causa problemas para un espectador masculino, que se puede identificar plenamente con el protagonista. La espectadora, en cambio, vive una identificación “conflictiva”. Más aún cuando el personaje femenino es fatalmente escindido entre la mujer fálica y perversa (la prostituta, la amante, la mala madre) y la mujer virtuosa, débil y sumisa.
Los personajes femeninos se consolidan como mujeres negociables (madres, hijas, esposas) y mujeres consumibles (prostitutas, vampiresas, mujeres de la calle).
Hay siempre una moral prescriptiva de la dominación masculina y el establishment. Cuando el personaje femenino violenta esta ley, debe ser castigado, y si en esta trangresión arrastra a un hombre, este también lo será. En los géneros típicamente masculinos –el western, el cine negro, la ciencia ficción, el cine de aventuras-, donde el personaje femenino es representado con una sexualidad que obsesiona al hombre y que llega a anularlo, la narrativa tiende a la destrucción de la mujer, y/o del hombre, o a la de ambos.
La mujer transgresora y el hombre que sucumbe ante ella son castigados con la exclusión social, la marginalidad legal o incluso la muerte. La mejor vía para reincorporar a la mujer al establishment es el amor. En géneros "femeninos" como la comedia, el musical y el melodrama, el amor romántico y el cortejo del enamoramiento son las vías seguras para anular simbólicamente cualquier forma de subversión femenina.
¿Qué placer puede obtener entonces una espectadora mujer? ¿Con qué personaje puede identificarse? El goce propio de estas narrativas es esencialmente masculino. La fantasía voyeurista es construida para un espectador hombre.
La mujer, para identificarse con las imágenes de la pantalla debe asumir una posición pasiva y narcisista: ser mirada, y una posición masoquista: ser castigada. O puede obtener placer a través de una identificación transexual con el protagonista, es decir, acepta la identificación con lo masculino en aras de ser sujeto activo.
Fallece, a los 97 años de edad, Carmen de Michelena, profesora y defensora de la libertad de enseñanza y la coeducación.
Biografía de Carmen de Michelena extraída de la web de la Asociacion Cultural El Yelmo de la que Carmen fue fundadora.
Carmen de Michelena Morales nacida en Madrid el 4 de Julio de 1.914, revive una infancia plena de recuerdos. Su madre murió cuando ella tenia tan solo dos años, su padre D° Antonio de Michelena, maestro pedagogo, fantástico y relacionado con el circulo de intelectuales del Instituto de Baeza en la época de Antonio Machado. Su existencia esta profundamente marcada por la educación recibida bajo los principios de la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1.876 por D° Francisco Giner de los Ríos, Filosofo malagueño, durante la segunda República. Ingresa en la Institución en el año 1.917, se considera una privilegiada por el tipo de educación que recibió, conoció y vivió en un ambiente cultural. Alumna inquieta inmersa en un mundo de hombres, conocerá a Einstein y a Marie Curie y otras personalidades del mundo de la cultura, la ciencia, las artes. Comenzó estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Químicas de Madrid, donde sólo estaban matriculados 25 alumnos, de ellos cinco eran mujeres, no era frecuente que accedieran mujeres a carreras científicas, además Carmina era alumna predilecta del profesor Enrique Moles, que ya le había preparado un trabajo de investigación en Alemania. La guerra le sorprende en Madrid y tras la trágica muerte de su padre, se viene a Sabiote a la casa de su tío Sebastián Vacas de donde salió para casarse. Viendo trucada su carrera de científica, cursa magisterio y cinco de los nueve hijos no pisaron un colegio, ella los formo y les dio clases bajo los parámetros de la Institución, hasta el bachillerato para que luego se presentaran a la convocatorias por libre. En la posguerra sufrirá los rigores del régimen franquista, la persiguieron mucho como a todos los que venían de la Institución la acusaron de comunista, masona, amancebada. Pero consiguió salir adelante. Como ya hemos dicho curso magisterio y después de tener a sus nueve hijo y animada por su marido Francisco Campos de profesión veterinario, se decide a terminar sus estudios inacabados de químicas para poder dedicarse a la enseñanza sin tener que pasar por el magisterio, ya que una de las denuncias que tenía era la de coeducación. En 1.958 se traslada a Beas de Segura, Carmen de Michelena pasa a ocupar la dirección del Colegio San Fernando, dirección que se ve obligada a abandonar por las denuncias y presiones del clero y la derecha. Su sentido de la educación fomenta la libertad y la coeducación, valores prohibidos en esos tiempos. Fue trasladada a Madrid, donde elige un instituto de nueva creación en Getafe donde podría llevar a cabo su sistema. En esta etapa se afilia al partido comunista, secretaria de la F.U.E.( federación universitaria escolar), promotora de la que fue la Universidad Extraoficial y al mismo tiempo funda su propio colegio que pasaría a llamarse “COLEGIO DE MICHELENA”, que funciono desarrollando su propia pedagogía. Contó con quince profesores y dos nativos de ingles. Allí estudiaron muchas personalidades hoy destacadas en la vida publica, no obstante tiene inspecciones frecuentes y le hacen la vida imposible. Carmen termina arruinada económicamente y a los siete años tiene que cerrar este colegio donde llevaba a cabo el sistema pedagógico que había recibido ella en la Institución. Se presenta a las oposiciones las cuales aprueba, contaba con 63 años, regresa a Beas de Segura tras diecisiete años de ausencia. Su ultima etapa dentro de la enseñanza la ha desarrollado en el Instituto de Beas de Segura desde 1.979 como profesora de matemáticas. Como ella dice la jubilaron en 1.984 y formo la Asociación Cultural “El Yelmo” que comenzó a funcionar de manera pionera en Andalucía, ya que el Instituto de la Mujer aún no había sido creado. Representante por Jaén en la Plataforma Andaluza en la IV CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE LA MUJER que se celebro en septiembre de 1.995 en Pekín en la que participo y fue parte activa. Con el lema “Mirar al mundo con Ojos de Mujer”. Ojalá que para la próxima haya más y mejor participación para conseguir un mundo más justo y solidario, en la Paz. Junto con cinco profesores monta una Escuela Infantil que en la actualidad es Guardería Municipal, y lleva el nombre de Carmen de Michelena a propuesta de las Asociaciones de la Localidad. En 1.997 se le concede el premio “Plácido Fernández Viagas”, siendo la primera mujer a la que se le otorga. La Junta le concede la “MEDALLA DE ANDALUCIA” por su contribución a la promoción dela mujer y a la lucha por la consecución de la igualdad de oportunidades. Jiennense del año 1.998 por una vida entregada a los demás, forjando una nueva realidad social, luchando por la igualdad y apostando por la educación como motor de cambio. Nombrada “HIJA ADOPTIVA “ de Beas de Segura el 31 de Marzo de 1.999. Nombrada Jienense del Siglo XX por el Diario IDEAL. Un Centro de Acogida a niños menores en Jaén lleva su nombre. Inaugurado a principios del año 2000. Participante, ponente e invitada en múltiples conferencias en la provincia y fuera de ella, defendiendo a capa y espada la igualdad de la mujer y la mejor manera de empezar es con lo que ella desde su niñez ha vivido la coeducación. Siempre ha dicho que la educación es la clave para el desarrollo, pero a pesar de esto, las oportunidades de educación que se ofrece a las mujeres han contribuido a menudo a reforzar los papeles femeninos tradicionales, negándoles una integración completa dentro de nuestra sociedad. Trabajadora incansable, en pro de la igualdad de la mujer, la infancia, la educación, contra la violencia, el racismo, etc
Pese a de las dificultades que las mujeres que pretendían dedicarse a la pintura pudieran encontrar para formarse adecuadamente, Gabriele Münter estudió arte tanto en Düsseldorf (1897) como en Múnich (1901). Entre 1898 y 1901 viajó por América, visitando San Luis y Nueva York.
A su regreso a Europa, como no estaba satisfecha con la enseñanza que recibía, dio un paso significativo y se apuntó al curso nocturno que impartía el pintor ruso Wassily Kandinsky en la Phalanxschule, donde tuvo ocasión de familiarizarse con el Jugendstil. Entre 1902 y 1914 sus exploraciones artísticas estuvieron íntimamente relacionadas con las que llevaba a cabo Kandinsky. Esta colaboración mutua se vio reforzada por una relación personal que se prolongó hasta 1914, año en que Kandinsky regresó a Rusia. La pareja hizo numerosos viajes por el extranjero.
JAWLENSKY & WEREFKIN 1908-1909
En París, Münteradmiró profundamente la obra de los maestros del impresionismo, integrando sus teorías en los paisajes de gran formato que ejecutó por aquel entonces, entre los que cabe destacar "En Kallmünz" (1903, colección particular) y "Calle de Sèvres" (1906-1907, Múnich, Städtische Galerie im Lenbachhaus).
A finales de esta década, la pintora empezó a expresarse a través de otros medios, tales como xilografías, linografías y dibujos. En 1907 expuso en el Salon d’Automne de París una serie de retratos realizados mediante linografías coloreadas, entre los que figuraba uno deKandinsky.
En 1911 la artista ya había adoptado una intensa paleta compuesta principalmente por colores primarios y, junto con Kandinsky, Jawlensky y Franz Marc, participó en la génesis de Der Blaue Reiter, movimiento fundamental para el desarrollo del expresionismo alemán. Durante la guerra, ella y Kandinsky se trasladaron provisionalmente a Suiza y, cuando él se marchó a Rusia, Münter dejó de pintar durante algún tiempo. Posteriormente regresó a Alemania y, aunque la censura nazi le afectó profundamente, siguió trabajando.
Gabriele Münter murió en su casa de Murnau, Baviera, el 19 de mayo de 1962.
Había una vez una clase donde todos los niños y niñas eran iguales.
Nunca tenían oportunidad de intercambiar opiniones porque todos pensaban lo mismo.
No tenían inquietud de probar otras comidas, ver otros mundos e indagar sobre otras religiones porque todas provenían de la misma cultura. Pero si que sabían que más allá de ese lugar donde vivían existían personas que vivían, sentían y soñaban de otra manera. Los llamaban “los diferentes”. Pero nunca tendrían la oportunidad de conocerles ya que los habitantes de ese pueblo habían levantado un muro muy alto alrededor de la villa para que los diferentes no pudieran entrar. Les tenían pavor porque no sabían como eran... Entra en nuestra página de RECURSOS y descarga: RELATOS PARA TRABAJAR LA DIVERSIDAD. FUNDACIÓN TRIÁNGULO: Por la igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales