domingo, 27 de mayo de 2012

Faustina Moreno Corrales

Seguimos con las autoras que participaron en la I Exposición de Mujeres Creativas, en el apartado Palabra de Mujer.

Faustina, además de docente, escritora, amiga... es una mujer muy especial. Siempre la encuentras detrás de una sonrisa.


Al cumplir 15 años le regalaron su primer diario y, a partir de ahí, en una especie de necesidad aliviadora, Faustina ha seguido escribiendo las palabras de sus sentimientos y vivencias en forma de conversación íntima sin más voces que la suya propia.

Por otra parte, su actividad docente le ha permitido durante casi 20 años vivir la literatura a la par que transmitirla y colaborar en algunas publicaciones colectivas de amigos y compañeros.

Es en el verano de 2008, animada por quienes la leían en familia o desde la amistad (y, casualmente, gracias al regalo de otro diario) cuando decide que las impresiones que en él se recojan verán la luz como su primer libro: Caminos de Papel.

Desde entonces, y a la espera de embarcarse en otra publicación, continúa trazando palabras en composiciones personales o colaborando en blogs literarios y otras publicaciones como la próxima revista del Centro de Estudios Linarense.


La semana próxima comienza a impartir el Taller de Literatura: Trazando palabras.

Podéis descargar su libro, de forma gratuita, en el siguiente enlace: /Caminos-de-papel

A continuación os dejo los dos poemas con los que colaboró en PALABRA DE MUJER


David Garza


VISIBLE I

Se desvistió los zapatos gastados y cargados de tiempos.


Había llegado donde la llevó la vida, la herencia, la inercia, las desgracias y las suertes.

Ahora, estaba instalada en el espacio cómodo y envidiado de un bienestar que, muchas veces, lo era a pesar de ella misma e incluso sin ella.

Y, en uno de esos instantes en los que se revuelve y agita lo interno por ver si se siente, encontró una idea. Y surgió un motivo.


Y se levantó.


Buscó aquellas zapatillas de juventud que pesaban tan poco, se las calzó y decidió trazar con ellas otro camino:

Recorrió el olvidado espacio entre sus silencios y la palabra.



  Y se hizo visible.



VISIBLE II


Cuando se hizo visible, descubrió los colores. 

Una paleta de vida entre el blanco y el negro:

El rojo entusiasmo para enfrentar lo nuevo.

El optimismo naranja de compartir en otros.

Los verdes y azules de aguas mansas o   revueltas pero siempre vivas.


La cálida luz amarillenta en cada sonrisa.

Aprendió a pintar sus días y se gustó en ello. 

Los pinceló con los colores de la palabra, del gesto y del sentimiento.


La mano de un yo aprendido después de desaprender compuso cuadros al aire, retratos cercanos,  paisajes de sueños.


Ahora ya podía exponer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario